Crespón NegroAyer fue un mal día. No es cuestión de política. Simplemente fue un mal día. Un día más en el que un grupo de asesinos anunciaron que volverán a matar. Y lo más terrible es que para ello se justifican con montones de razones que nada tienen que ver con la política ni con la gente de paz.

Yo soy vasco. Y mi orgullo de vasco se ve herido en momentos así. Pero es injusto porque en realidad no tengo nada que ver con esa gente de mala calaña. Si de verdad quieren defender al pueblo vasco lo primero que tienen que hacer es dejar de matar para siempre.

No quiero que me relacionen con esa chusma que nada tienen que ver con lo que los vascos somos. Somos gente de paz y de vida, de amor y trabajo, gente alegre pero formal, con el corazón grande y de buen beber y buen comer, quizás no muy humildes, pero casi siempre sinceros. Y, por culpa de esos cuatro indeseables, hay cantidades ingentes de incultos que nos confunden con quienes odiamos.

Que sepan los incultos que me lean que yo soy vasco como el que más, y que odio a ETA, tanto como los de AVT, por ejemplo, o como la inmensa mayoría de del pueblo vasco.